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El Internet de las Cosas (IoT) ha dejado de ser una herramienta del futuro para emerger en el presente. Su potencial es muy elevado, al presentar la capacidad de interconectar las máquinas y recabar datos e información de interés con el objetivo de optimizar la gestión de los aparatos. En el caso de las máquinas de autoservicio, esta tecnología (que ya no es tan novedosa) ha permitido la apertura del sector hacia el vending inteligente. Son muchas las ventajas que se erigen en el horizonte y algunas ideas ya han comenzado su conversión a la realidad.
IoT es el desarrollo que nos permite rozar con los dedos cuestiones que llevamos años planteándonos y que garantizan la renovación del modelo de negocio, permitiéndole adaptarse a los nuevos tiempos y, sobre todo, a las nuevas necesidades. Lo que el consumidor demanda de una máquina de vending es personalización e interacción. En este sentido, los nuevos aparatos tratan de incorporar pantallas interactivas y otras medidas que nos permitan mejorar la usabilidad, adaptando los productos a cada persona e introduciendo nuevas opciones de venta.
Estaciones, aeropuertos, gimnasios o centros de trabajo no escapan de la influencia del vending, ya que se trata de dar respuesta a las necesidades de los usuarios, viajeros o trabajadores. A todos estos dispositivos llegará, más tarde o más temprano, la influencia del IoT. Cuestiones que van mucho más allá de las implementaciones en las que ya se está trabajando: pantalla táctil, conexión a Internet o la posibilidad de hacer pagos sin efectivo (NFC). Firmas como Intel ya están trabajando en tecnologías de IoT para las máquinas de vending, destacando que su objetivo es crear experiencias más divertidas e interactivas.
Ya se han lanzado varios prototipos con el objetivo de sorprender a los usuarios, como una máquina presentada en un congreso del Sector del Vending celebrado en Texas, que permitía elegir galletas Oreo personalizadas en cuanto a su color y sabor. Estas nuevas máquinas expendedoras podrían acabar con muchos problemas actuales como: reducir los costes de la gestión de los dispositivos o conectarlas a la red para conocer en tiempo real los inventarios de productos. Este último factor podría evitar reposiciones y servicios poco eficientes, mejorando el servicio final al cliente.
En Decovending nos hacemos eco de todas las innovaciones del sector, destacando que el vending inteligente permitiría, también, reducir las incidencias por mantenimiento al alertar sobre cualquier situación anómala en la máquina. Introduciendo, además, otras cuestiones y beneficios para los clientes más fieles como los cupones digitales.
