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Pues es posible que un futuro próximo esto sea así. Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Zurich, en Suiza, han desarrollado unas células que generan insulina cuando detectan la presencia de cafeína en el organismo. Este descubrimiento es sorprendente y podría suponer que tomar una taza de café nos ayudara a controlar la diabetes.
Hablamos de una de las enfermedades que más se está extendiendo en lo últimos años como consecuencia del consumo masivo de azúcar y productos procesados. Es un problema de base, ya que se venden como saludables aquellos alimentos que contienen importantes cantidades de azúcar añadido.
Se trata de una información alarmante, sobre todo si tenemos en cuenta que la incidencia de ingesta de azúcar alcanza niveles desproporcionados entre los más pequeños. De hecho, la obesidad infantil en países desarrollados, como España, está empezando a ser una cuestión a tener en cuenta. Tal es así, que desde el Gobierno se está apostando por la mejora de la alimentación infantil, retirando los productos ricos en grasa y azúcar de los colegios.
Los niños con diabetes son los que más sufren las consecuencias de esta patología, ya que suelen tener más problemas con la medicación y son mucho más reacios a la aplicación de los posibles tratamientos.
Afortunadamente, la innovación y la tecnología evolucionan a un ritmo vertiginoso. Gracias a esta innovación y a la biotecnología, dentro de unos años podremos controlar los niveles de azúcar en sangre con una opción tan sencilla como tomarse un café. Sencilla y deliciosa.
Son muchos los beneficios del café para la salud humana, pero ahora también será posible prescindir de las inyecciones de insulina para controlar esta enfermedad crónica. El experimento se ha llevado a cabo con ratones, comprobando que los roedores con estas células controlaban igual de bien sus niveles de azúcar en sangre que sus compañeros sin la enfermedad.
En Decovending sabemos que el buen café puede hacer mucho por nosotros en nuestro día a día. Lo necesitamos al levantarnos para hacer frente a una nueva jornada. Pero, ahora podría utilizarse con otros fines sanitarios ¿te imaginas cómo sería sustituir las inyecciones de insulina por una taza de café?
