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Cuando pensamos en las máquinas de autoservicio, consideramos que se trata de algo actual. Sin embargo, como muchas otras cuestiones, sus orígenes se remontan ni más ni menos que al Antiguo Egipto. Herón de Alejandría ideó un artilugio que dispensaba agua bendita. Sin duda, fue un visionario. Tras este acercamiento a la tecnología actual, tuvieron que pasar varios siglos hasta que este invento evolucionó dando lugar al vending actual. Lo que tuvo lugar en plena Revolución Industrial, en la década de los 80 del S. XIX.
La primera máquina expendedora de la que se tiene constancia se inventó en 1880 en Londres. Vendía tarjetas postales. Vario años después, en 1888, Thomas Adams Gum inventó una máquina expendedora para chicles en Nueva York. A partir de este momento comienzan a surgir máquinas para la venta de múltiples cuestiones, siendo esta la explosión del sector del vending. Especial mención merece un restaurante de Philadelphia que funcionaba exclusivamente con máquinas de autoservicio. Este establecimiento permaneció abierto durante 60 años.
Los años veinte también son conocidos por su esplendor, que también alcanzó al vending. En esta década surgen las primeras máquinas expendedoras de refrescos o de cigarrillos. Las más populares, que aún a día de hoy siguen viéndose con frecuencia. Otro año clave fue 1946 cuando se inventó la primera máquina de café. Una de las preferidas por los trabajadores, que cada día la utilizan para recibir su dosis diaria de cafeína.
En los años 50 se introdujeron los sándwiches en la oferta de este modelo de negocio. Curiosamente, hoy en día, podemos encontrar casi cualquier tipo de producto en una máquina de vending. La tecnología ha mejorado su servicio y nos permiten satisfacer nuestras necesidades a cualquier hora y en cualquier día del año.
Desde Decovending queremos destacar que la calidad de los productos se ha visto notablemente incrementada en los últimos años. La normativa de conservación e higiene es muy clara, el objetivo no es otro que ofrecer el mejor producto posible. La evolución también ha cambiado las modalidades de pago. Actualmente, podemos encontrar máquinas de autoservicio en las que podemos pagar con un simple smartphone, sin dinero. Seguramente, en los próximos años seguiremos incorporando mejoras que nos permitan crecen y mejorar la experiencia de usuario.
