La mezcla
El sabor único de la variedad
Todas las mezclas que bebemos se realizan con cafés de orígenes diferentes. Cada origen aporta su toque aromático, su dosis de amargor y dulzor, su cuerpo concreto. La mezcla es un arte, ya que debe fundir en un conjunto armónico todos estos componentes.
Se puede componer la mezcla con el sistema de “componentes fijos”, es decir, con una receta que determina de forma definitiva cuáles son los ingredientes y en qué cantidad se emplean. O bien puede haber un gran esfuerzo por mantener único y constante el sabor final, eligiendo cada vez los mejores cafés y reformulando las cantidades.
Sin embargo, la excelencia de las materias primas no es suficiente para una mezcla perfecta, ni las proporciones correctas de cada ingrediente. También es importante el proceso productivo: una precaución especial consiste en la realización de la mezcla antes y no después del tueste, una operación más compleja y laboriosa, la única que le da al café un sabor equilibrado y constante en el tiempo.